miércoles, 29 de abril de 2009

La mujer sonámbula

Vivo peor hoy, y viveré peor mañana.

Te levantas a oscuras, en medio de la noche, para olvidar el sueño que perturba tu mente. Los cristalinos rayos de la luna son capaces de atravesar la más opaca ventana de tu habitación. Topan con tu rostro y lo iluminan. Mientras andas, con un sutil balanceo de pies, hacia ninguna parte, la luna se desvanece detrás de una vertiginosa nube para ocultar su alumbrado rostro. Entonces, llegas al balcón de la habitación y te preguntas por qué te abandonó. Por qué lo único que dilucidaba tu vida se esfumó en apenas siete horas. Por qué lo único que puede darte la vida se dispersó en el horizonte. Por qué lo único que te proporciona ardor se pierde cada día. Y ,repentinamente, encuentras la respuesta...

Eduardo Rodríguez Paniagua

Me gustaría que aquellos que lean esta entrada, escribiesen su propia respuesta en un pequeño comentario. En un breve espacio de tiempo escribiré lo que ahora no quiero escribir. Veremos si coincide tu repuesta con lo que ahora yo pienso. Es el mero hecho de divertirnos con el pensamiento, lo que me ha llevado a esta idea.

3 comentarios:

  1. Los recuerdos del pasado siempre duelen. Pensar que a una persona fuiste capaz de darle tanto, y ahora es capaz de darte tan poco, incluso a veces, tan poquito.
    Creo que lo más importante es nunca olvidarles. Y sobre todo, no hacer que un error se convierta en el pan de cada día. Qu´´e suele ocurrir...

    ResponderEliminar
  2. No sólo son las personas las que nos dan lo que más necesitamos.
    A mí pocas veces me dan lo que necesito.

    ResponderEliminar
  3. No alcanzo vuestros planteamiento... Estamos en orbitas de pensamiento diferentes.

    ResponderEliminar